Historias de Horror

Cuentos de terror del escritor panameño Enrique Ceballos

En esta historia de horror, Julian, un mujeriego, por fin decide comprometerse, pero alguien de su pasado reaparecerá.

 

Julian, un hombre adinerado, dueño de algunos negocios, finalmente, se había comprometido a casarse, esto era muy extraño en el, ya que desde joven, nunca mostró interés en amarrarse a nadie, mas bien siempre le gustó tener muchas mujeres con quien salir, asi que su familia veía con buenos ojos este cambio de pensamiento.

Sin embargo, su compromiso no pasó desapercibido por nadie, tanto así, que Julian recibió una llamada de un teléfono no identificado, generalmente el no contestaba si no sabía quien era, pero esta vez la curiosidad pudo mas y, al hacerlo, para su sorpresa, se trataba de una ex novia que el había tenido hace al menos 10 años atrás, la cual nunca antes se había puesto en contacto con el, hasta ahora.

– Julian… como estas, soy Nancy, aun me recuerdas?

– Nancy… pero como es posible, que quieres?

– Parece que por fin te vas a casar, recuerdas cuando me pediste matrimonio a mi y, una semana antes de la boda, me llevaste al río, el que era nuestro lugar especial,solo para decirme que cancelabas la boda?

– Claro que lo recuerdo, lo siento Nancy, pero simplemente no estaba listo para casarme, era muy joven y, a decir verdad y sin querer ser grosero, no me interesabas tanto realmente, no se para qué me llamas, además, como obtuviste mi número?

Julian no obtuvo ninguna respuesta de parte de Nancy, solo un ruido de estática que provenía de la otra línea, luego de esto la llamada se cortó, Julian simplemente se sonrió por el incidente tan extraño y continuó con su día de forma normal.

Unos cuantos días después, Julian, nuevamente recibió una llamada de Nancy, esto ya empezaba a molestarlo y no dudó en transmitírselo a ella.

– Nancy que demonios quieres, por esto fue una de las razones por las cuales te dejé tirada, no entiendo como después de 10 años sigues obsesionada conmigo, esa vez me fui del país por varios años, solo para no verte, déjame en paz y no me llames.

– Siento molestarte Julian, solo quisiera verte una vez más, justo en el lugar donde nos vimos por última vez, solo quiero despedirme de ti, ya que ese día me dejaste alli y, me diste la espalda, será la última vez que me veas, debo mostrarte algo muy importante…

– Mira Nancy, ya a pasado mucho tiempo, debes dejar de llamarme, adios.

Julian colgó la llamada, pero seguía molesto por la situación y, no estaba dispuesto a seguir recibiendo llamadas de Nancy, entonces se le ocurrió localizar a los padres de Nancy, para ponerles sobre aviso y hablaran con ella para disuadirla de estar llamándolo.

Julian llego a la casa de sus antiguos suegros, tocó varias veces la puerta y, luego de unos pocos minutos, la madre de Nancy salió a recibirlo, sin embargo, la señora no parecía muy feliz con su visita.

– Pero como se atreve usted a venir aqui después de tanto tiempo?

– Señora, siento molestarla, sé que no soy bienvenido por lo que pasó entre su hija y yo, pero quiero pedirle que por favor hable con ella y, le diga que deje de llamarme, se acerca el día de mi boda y ella, paree querer arruinarla.

La madre de Nancy sintió un revuelo dentro de su pecho, su rostro cambió de molesta a sorprendida, por una razón muy especial.

– No se que habla usted, mi hija murió, ese mismo día que usted la rechazó, ella nunca regresó de ese río, jamás la volvimos a ver, usted nunca lo supo, porque se fue del país, pero no venga aquí con esas historias, por favor retírese de mi casa!

Julian quedó sin palabras, no pudo seguir diciéndole nada a la señora, ella le cerró la puerta en el rostro, dejándolo con mas preguntas que respuestas, Julian tomó su auto y se alejo del lugar muy perturbado, pero, justo unos minutos después, su teléfono volvió a sonar, nuevamente era Nancy, esta vez Julian no iba a responder, no quería tener que saber nada de ella.

El teléfono sonaba y sonaba sin parar, camino a su casa, Julian pasó por el río donde el solía ir con Nancy y, mientras conducía por el lugar, a lo lejos, cerca de la orilla del río, puso ver la silueta de una mujer, el no pensaba detenerse, tenía el presentimiento de que era Nancy, sin embargo, estaba determinado a detenerla, a que ya no lo estuviera llamando, a pesar de lo que la señora le dijo, el creía que Nancy si estaba viva.

Julian detuvo su auto y corrió hasta la orilla del río, donde le pareció ver la figura de Nancy, pero nada, lo único que había era el agua que chocaba con las rocas en su recorrido, Julian caminó unos pasos y, se detuvo en el lugar donde vio por última vez a Nancy hace 10 años, su teléfono volvió a sonar y esta vez si lo contestó.

– Nancy, que demonios quieres, tu madre me dijo que estas muerta, que clase de broma es esta, yo te acabo de ver, sé que estas aqui, sal de donde estés.

– Gracias por venir Julian, te mostraré algo importante…

La llamada nuevamente se convirtió en estática y Julian colgó, pero unos instantes luego, Nancy comenzó a salir desde el fondo del río, caminando lentamente hacia el, su imagen era poco mas que terrorífica, su cuerpo estaba muy deteriorado por todos los años que llevaba bajo el agua, su piel era blanca y espumosa, estaba completamente desnuda, era solo un cadáver que se aproximaba a Julian.

El trató de alejarse, pero no podía mover su cuerpo, dejó caer su teléfono, estaba tan asustado que cerró los ojos para no ver a Nancy, pero aun con los ojos cerrados, sintió la presencia del ente frente a el, luego, escuchó la voz de Nancy, no como la escuchaba por teléfono, sino mucho mas fantasmal diciéndole:

– Quiero mostrarte el infierno que me hiciste pasar…

Después, solo silencio, Julian se dio cuenta de que Nancy no estaba y, abrió sus ojos, frente a el, sólo el río, nada más, Julian se tranquilizó un poco, pensó que no era más que su imaginación, se levantó y, se dispuso a caminar, pero no pudo dar un solo paso, ya que algo lo sujetaba de los tobillos de ambos pies.

Al bajar su mirada, vio que las manos de Nancy, salían de debajo de la tierra para sujetarlo, Julian entró en pánico y comenzó a gritar, pero, se escuchó un lamento ensordecedor que provenía de la misma dirección, Julian fue arrastrado por aquellas manos y tragado por la tierra, para desaparecer y no volver a ser visto.

El rencor que Nancy le guardó por dejarla, había logrado rebasar incluso la muerte y, 10 años después, luego del suicidio de Nancy, ella logró estar con el para siempre.

2 Comenarios

2 Records

  1. on 3 marzo, 2018 at 12:22 am
    Solcito escribió:

    me super encanto!!!! Que triunfe el mal!!!

    Responder
    • on 13 marzo, 2018 at 6:55 pm
      Enrique Ceballos escribió:

      jajaj!! exacto!

      Responder

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