Historias de Horror

Cuentos de terror del escritor panameño Enrique Ceballos

  Al llegar a casa del trabajo, Victor se encontró con una escena inesperada, su novia Sara, con quien llevaba unos meses de relación, …continue reading Cuento de terror: La foto del ente

 

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Al llegar a casa del trabajo, Victor se encontró con una escena inesperada, su novia Sara, con quien llevaba unos meses de relación, estaba sentada en la cama sollozando mientras sujetaba una vieja foto entre sus manos.

-Pero que te sucede mi amor, algún problema?

-Hola Victor, siento que me veas así, pero debo hablar contigo y contarte algo muy importante.

Victor jamás había visto a Sara hablar tan en serio sobre algo, ella siempre se comportaba tranquila y muy sonriente, así que esto era algo inesperado. Victor se sentó a su lado y luego de abrazarla, se dispuso a escucharla.

-Dime mi amor, porque estas así?

-Cuando te conocí, te conté sobre mi anterior relación, de como Luis era abusivo conmigo, me gritaba y golpeaba…a pesar de que yo hacía todo lo posible por ser feliz a su lado…

-Si…lo recuerdo Sara! -Victor le respondió algo incómodo, no era un tema de su agrado.

-Una noche el regresó borracho a casa y me golpeó, lo hizo tan fuerte que casi pierdo la conciencia, luego que el se quedó dormido, llamé a mi madre porque necesitaba desahogarme. Pero después de escucharme, me dijo algo que para mi no tenía sentido, me dijo que buscara dentro de una caja que ella había escondido en mi habitación en una visita sin que me diera cuenta.

-Allí debería de encontrar una vieja foto que tal vez data del año 1880, en ella esta una mujer vestida de negro con rostro avejentado y serio, sus manos blancas puestas sobre sus rodillas también son visibles, sentada en una silla de madera sin nada reconocible a su alrededor, realmente me pareció una descripción algo tenebrosa y aunque le pregunté quien era, mi madre no me lo dijo, solo insistió en que la buscara.

-Al encontrar la foto, para mi sorpresa, solo estaba la silla de madera vacía, no estaba ninguna mujer sentada en ella, cuando tomé el teléfono para decirle a mi madre, ella de alguna forma ya lo sabía y me dijo que si la mujer no estaba en su silla, que tomara mis cosas y me fuera de la casa sin volver a regresar.

-Yo no tenía idea a lo que se refería, pero ya había tomado la decisión de irme de igual forma, así que me fui lejos de Luis, incluso me olvidé de aquella foto, yo solo pensaba en cuanto lo odiaba por todo lo que me había hecho, y juré no permitir que nadie me volviera a tratar así.

-Poco antes de conocerte a ti, estando en el apartamento donde vivía ahora, un olor extraño se sentía por toda la casa, era un olor a podrido y no importaba cuanto limpiaba, no se iba aquel mal olor repugnante, hasta que un día, vi una mancha en una pared y al tratar de limpiarla, se hizo un agujero y me di cuenta que todo ese olor nauseabundo que llevaba sintiendo por meses provenía de allí.

-Con el martillo que tenía en casa derrumbé parte de la pared y….y fue entonces que…

-Que Sara, dime que paso? -preguntó Victor que hasta ese momento no había pronunciado palabra alguna, como si analizara el relato de Sara.

-El…el estaba allí, era Luis, pero no era más que un cadáver putrefacto, aparentaba llevar meses muerto, tal vez el mismo tiempo que tenía yo de haberme ido de su lado, su cara…oh Dios su cara…tenía una expresión de terror, como si hubiera muerto simplemente de espanto, aunque unas huellas de manos de color negro todavía eran claras en su rostro, como si alguien hubiese agarrado su cara antes de morir.

-Yo quede paralizada sin saber que hacer…pero junto a su ya podrida humanidad…se encontraba la foto, la foto de la silla vacía, o eso pensaba yo, porque al tomarla y verla nuevamente, esta vez sí estaba la mujer sentada, sonriente, no estaba seria como me dijo mi madre, y sus manos…sus manos ya no eran blancas, ahora parecían estar sucias, como manchadas de negro.

-Antes de poder reaccionar y llamar a la policía, mi madre me llamó de pronto, y sin que yo le contara nada de lo que había pasado, ella me dijo que sabía que la mujer había regresado a su silla y que Luis estaba muerto, le pedí explicaciones, le dije que me dijera quien era esa mujer y si tenía algo que ver con la muerte de Luis.

-Ella me dijo que esa foto estaba en nuestra familia por generaciones y que se trataba de un ente maligno invocado por alguna mujer de nuestra familia mucho tiempo atrás, para que nos proteja de cualquier hombre que nos maltrate, yo no sabía que mi madre, mi abuela, mi bisabuela y todas las anteriores tuvieron alguna vez novios o esposos abusadores y por esa razón, este ente los asesina, si nos llegan a tocar, cuando no esta en la foto, es porque ya ha salido a atacar y luego regresa con el alma del hombre en sus manos, por eso quedan sucias de negro.

-Por Dios Sara…pero que  es todo esto que me cuentas? – es lo más terrorífico que he escuchado, y si todo esto es verdad yo…

-Lo es Victor…lo es, yo lo dudaba un poco, pero ya no.

-Pero…porque lloras? – si esto ya lo sabías, que es lo que ha pasado?

-Victor, yo te quiero mucho y lo sabes, pero te he contado todo esto, que nunca te dije antes, porque hoy recordé que la semana pasada tuvimos una discusión…

-Sí, recuerdo que me enfadé porque no tenías la cena lista…pero…pero…eso ya es pasado, lo resolvimos Sara, tal vez me molesté un poco, pero yo te amo.

-Yo sé que me amas Victor, pero esa noche te descontrolaste…

-Sara…Sara…lo siento, sé que te dí un golpe, pero te pedí perdón, no volverá a pasar…

-Sé que no volverá a pasar Victor, pero ya debo irme, en verdad te quise mucho.

-Pero adonde vas? – Sara…Sara, no te vayas!

Las palabras de Victor parecían no llegar a los oídos de Sara, quien se levantó de la cama, tomó una maleta con sus cosas y caminó hacia la puerta de salida sin dirección clara, pero definitivamente lejos de allí, sin embargo al caminar, dejó caer la foto en suelo, Victor aún sorprendido por la situación sin saber como reaccionar, alzó la foto y al verla, sus ojos querían salirse de sus cuencas, al ver que la silla se encontraba nuevamente vacía, ahora entendía la razón por la cual Sara estaba tan perturbada.

-Sara…Sara…perdóname, ayúdame…

-No puedo hacer nada Victor, lo siento mucho, yo no debo estar aquí para cuando ella venga, no te preocupes, la foto volverá a mis manos.

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2 Comenarios

2 Records

  1. on 30 noviembre, 2016 at 10:20 am
    José Pablo escribió:

    Muy bueno!

    • on 30 noviembre, 2016 at 9:08 pm
      Enrique Ceballos escribió:

      Hola José Pablo, muchas gracias por leer mi cuento de terror y por comentar, seria un honor para mi que leas los demás y no dejes de dar tu opinión, saludos!