Historias de Horror

Cuentos de terror del escritor panameño Enrique Ceballos

En este cuento de terror los pasajeros de un tren son infectados con un virus y el viaje se vuelve infernal.

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Rolando tenía planeado llevar a su pequeño hijo Mauricio a visitar a la abuela, así que tomaron el tren en la noche, el cual siempre estaba abarrotado de personas que viajaban a esa hora, el viaje era largo, así que Rolando se sentó cómodamente junto a Mauricio, para disfrutar del paisaje, ya que pasarían por lugares en donde solo había vegetación, o lugares desérticos, túneles y demás.

De entre tantas personas que subían al tren, Rolando observó a una mujer que entraba con un niño mas o menos de la edad de Mauricio que era de 12 años, lo que era extraño fue que este niño estaba visiblemente enfermo, tenía la mirada perdida, estaba pálido, y se veía débil, pero a pesar de eso, había momentos en los que el niño reaccionaba algo violento y hacia ruidos, pero su mama rápidamente le daba una especie de medicina y lo calmaba.

Rolando dejo de prestar atención al extraño caso, y decidió dormir junto a Mauricio, ya que estaba entrada la noche y casi no se veia nada hacia afuera de la ventana, todo era oscuridad, muchas otras personas del tren también dormían.

Pero su sueño fue bruscamente interrumpido, ya que el niño enfermo había despertado gritando como loco, y esta vez su mama no podía calmarlo, la mama pidió ayuda a los trabajadores del tren, para poder llevar al niño a la parte de atrás del vagón, para no seguir molestando a los demás pasajeros, el niño parecía tener mucha fuerza, así que lo sujetaron entre su mama y varias personas, Rolando y Mauricio miraban aterrados como aquel niño parecía querer asesinar a su madre a los ayudante, mientras lo llevaban hacia atrás, el niño logró aruñar a su madre en la cara, a lo cual ella gritó de dolor, solo se pudo ver como desaparecían entre las puertas que daban al otro vagón.

Los pasajeros trataron de olvidar el asunto, pero al cabo de unos minutos, se escucharon unos ruidos y gritos que provenían del vagón de atrás, a lo que todos reaccionaron asustados, era como una especie de lucha, luego un grande y siniestro silencio……para luego vero como madre e hijo, salían corriendo como locos del vagón trasero con sus bocas derramando sangre, unos ojos amarillos, gritando y actuando muy violentamente, se fueron encima de los primeros pasajeros que tenían a su alcance, mordiéndolos y atacándolos, con cada mordida arrancaban trozos completos de carne, se produjo una histeria colectiva dentro del tren, ya que muchas personas estaban muriendo.

Rolando tomó a Mauricio, el cual estaba temblando del susto y logró esconderlo debajo de un asiento, todas las personas se fueron hacia adelante, tratando de huir de la pareja de locos, pero del vagón, también salieron los ayudantes con idénticas características y empezaron a atacar a toda la gente, Rolando comprendió que era una especie de epidemia transmitida por alguna enfermedad que el niño contrajo y llevo al tren, pero lo peor era que cada vez mas personas volvían a la vida después de ser atacadas, también convertidas en esta especie de «zombies» pero con una fuerza brutal, Rolando tuvo que abandonar a Mauricio y corrió hacia adelante para alertar a los conductores del tren, pero la avalancha de personas tratando de huir era tanta que un golpe en la cabeza, y luego un pisotón dejo a Rolando desmayado en el piso por unos minutos…

Para cuando Rolando recobró el conocimiento, pudo ver que ya no quedaba nadie con vida en el tren, todas las personas se comían unas a otras, todo era un infierno, Rolando estaba preocupado por Mauricio, pero pensó que tal vez no lo encontrarían en donde estaba, así que antes de ir a verlos, se empezó a arrastrar por el piso con mucho cuidado, para que los locos no se dieran cuenta de que aun vivía, el estaba cubierto de sangre así que eso le ayudo a no ser detectado tan fácilmente y llegar hasta la cabina del tren, para intentar detenerlo, ya que seguía a toda velocidad, sin que nadie se diera cuenta, llego y le dijo a los conductores:

Señores!! detengan este tren, que acaso no ven todo lo que ha sucedido?, debemos pedir ayuda, antes de que nos asesinen a nosotros también….tengo que salvar a mi hijo que deje escondido allá detrás….

Pero sus palabras fueron cortadas cuando uno de los conductores se voltea y con unos ojos amarillos que brillaban en la noche, con una mordida en el cuello y babeando sangre le contestó:

Por favor Señor, regrese a su puesto, este tren se dirige al infierno, en ese acantilado de allá adelante, caeremos, y entraremos todos a un nuevo mundo de dolor y desesperanza…..no se preocupe, usted también se nos unirá….

Rolando sintió un escalofrío en todo su cuerpo al ver que era demasiado tarde; ya todos estaban infectados, al ver que no había otra salida, intento regresar a buscar a Mauricio….pero al girarse..alguien ya lo esperaba.

-Hola papa, me buscas?…..le dijo Mauricio ya infectado con la enfermedad, y se lanzó al cuello de Rolando para asesinarlo.

-Adiós querido hijo….fue lo último que pudo decir Rolando, antes de que el tren se descarrilara por el acantilado, y escuchar las risas de todos mientras el caía por el aire….

Al día siguiente, policías y paramédicos estaban en el lugar del accidente, buscando sobrevivientes, un policía se separo un poco del grupo, y entre los escombros, encontró a un agonizante Rolando, quien sin darle tiempo lo mordió en la mano, el policía se asusto y grito de dolor, disparándole en la cabeza terminando con Rolando, luego el policía, herido e infectado, regreso sin decir nada de lo sucedido, junto con su escuadrón…..

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