Cuento de Terror: El demonio bajo mi cama.
En esta historia de horror, un hombre nos cuenta sobre su temor en a infancia.
En esta historia de horror, un hombre nos cuenta sobre su temor en a infancia.
Ufff!! Que cansado estoy, caminar por este sendero oscuro, cargando esta pesada bolsa a mi espalda, realmente me está agotando, ya no soy tan joven como era antes…
Ahora que lo pienso, recuerdo cuando era niño, le tenía miedo a casi todo, siempre evitaba las peleas en la escuela, porque era un cobarde, mis padres tampoco se preocupaban mucho por mí, y ni hablar de tener amigos, más que nada, eran conocidos y para nada eran ejemplos a seguir.
Pero a lo que si le tenía un temor asqueroso era a la oscuridad, a los monstruos y demonios que se esconden debajo de tu cama mientras duermes…
Sé que es gracioso, incluso ahora que ya soy adulto, bueno, ya casi un viejo, me acuerdo del miedo que le tenía al demonio que se ocultaba bajo de mi cama y me daba pesadillas todas las noches, yo trataba de contarle a mis padres, pero no me hacían caso, me dijeron que enfrentara mis miedos, y que a medida que fuera creciendo y madurando, perdería mis miedos de infancia.
Y saben algo?
Ellos tenían razón, una noche decidí enfrentar mis miedos y entonces…
Disculpen que detenga la historia que les cuento, ya he llegado a casa, y cargar esta pesada bolsa no e deja ni pensar… ya estoy bajando las escaleras hasta mi sótano, esta parte de mis noches es la que aun me da algo terror, pero uno se acostumbra.
Volviendo a mi historia, tal como mis padres me sugirieron, una noche enfrenté al demonio bajo mi cama, pero yo solo era un niño temeroso, todas las cosas dentro de mi cuarto empezaron a caerse, mi cama a temblar, pero pude comprender lo tenía que hacer.
Esa noche, mientras mis padres dormían, los asesiné a ambos a puñaladas, me dolió mucho hacer eso, pero era la única forma de calmar a mi demonio, no me juzguen, yo quería a mis padres, pero tuve que poner las cosas en una balanza.
Comprendí que a veces algunos no solo tenemos demonios debajo de la cama, si no también demonios internos, que incluso pueden ser peores, ahora ya he crecido, lo de mi infancia fue hace mucho,…
Ah! En cuanto al demonio debajo de mi cama, pues ahora vive conmigo en mi solitaria casa, está aquí abajo en mi sótano, y así como logré calmarlo, dándole de comer los cuerpos de mis padres cuando era niño, ahora lo alimento con las personas que asesino, y traigo cada noche en esta pesada bolsa, pero ya estoy viejo y cansado, y aunque ya le tomado el gusto, no podré seguir haciendo esto por siempre…
Solo espero que mi demonio lo entienda…